En nuestra visita de esta semana te invitamos a que conozcas la ciudad de Chester. Esta ciudad histórica se encuentra en el condado de Chestershire, muy cerca de la frontera con Gales.
Es precisamente este hecho lo que influye en su pasado militar, tanto en la época romana como durante la dominación normanda. Sus murallas, conservadas casi íntegramente, así como el conjunto de casas Tudor, hacen que la ciudad sea una de las más hermosas de Inglaterra.
Un poquito de historia
Chester fue fundada como un “castrum” o fortaleza romana con el nombre de Deva Victrix en el año 79 por la Legión Romana II Adiutrix durante el reinado del emperador Vespasiano. Las cuatro calles principales de Chester, Eastgate, Northgate, Watergate y Bridge, siguen las rutas establecidas hace casi 2.000 años atrás. El fuerte se acabó convirtiendo en uno de los principales asentamientos romanos en Britania.

Tras la marcha de los romanos en el siglo V, los sajones fortificaron la ciudad contra los daneses y la nombraron Chester. Durante la conquista normanda la ciudad fue una de las últimas en caer. Guillermo el Conquistador nombraría en 1071 a Hugh d’Avranches primer conde de Chester.
Como casi todas las ciudades del norte de Inglaterra, Chester participó activamente en la Revolución Industrial. La revolución trajo consigo el ferrocarril, los canales y nuevos caminos a la ciudad, lo que supuso un sustancial desarrollo y expansión.
Qué ver en Chester
De la visita de Chester te llamarán la atención principalmente dos cosas, sus murallas y The Rows, las hileras de bellas casas de madera en blanco y negro. Las murallas rodean los límites de la ciudad medieval y sonlas murallas mejor conservadas en Gran Bretaña, con un circuito completo que mide casi 3 km. La única interrupción en el circuito está en la sección suroeste frente al Condado de Hall.

Las casas conocidas comoThe Rows son únicas en Inglaterra. Lo llamativo de éstas es que la primera planta tiene un pasillo cubierto, que permite pasar de un edificio a otro, y que supone la entrada a los comercios o casas. El piso a nivel de calle también constituye otro conjunto de tiendas y locales, a muchos de los cuales se accede bajando algunos escalones.
Aunque su origen sigue siendo motivo de especulación, se cree que fueron construidos por los comerciantes, quienes elevaron el nivel de la calle sobre las ruinas romanas. Es más, se han encontrado vestigios de ruinas romanas en alguno de sus edificios. Si bien su construcción se sitúa en la Edad Media, la mayoría son de la época Victoriana.
En una de las calles principales de Chester, Eastgate, se sitúa el Eastgate Clock, al que se considera el segundo reloj más fotografiado en Inglaterra después del Big Ben. Se trata de un arco de hierro coronado por un reloj victoriano de gran colorido, entre los que predominan el negro, rojo, verde y dorado.

Enfrente el uno del otro se encuentran el Ayuntamiento y la Catedral. Del primero, construido en estilo neogótico de época vitoriana, destaca la torre, de unos 50 m de altura. En la catedral, de estilo gótico, está enterrado el patrón de la ciudad, Werburgh.
Con un importante (e inusual) pasado romano, destacar el anfiteatro y el jardín romano, donde se exhiben restos de esa época. También, Dewa Roman Experience, una experiencia interactiva con la que aprender un poco más sobre los romanos.
La edificación más importante del medievo es el Castillo de Chester y, en particular, la Torre Agrícola. Gran parte del castillo, entre ellas la entrada, fue reemplazada por una construcción de corte neoclásica. Uno de los edificios de la explanada del castillo alberga el Museo Militar de Cheshire.
Al sur de la ciudad circula el río Dee. Para cruzarlo, destacar el Old Dee Bridge, del siglo XIII; el Grosvenor Bridge, de 1832; y el Queen’s Park Suspension Bridge, uno de los accesos al Parque Grosvenor. Si lo deseas se puede dar un paseo en barco con una duración de 30 minutos.
Comer y beber

En la ciudad podemos encontrar cadenas de restaurantes como Yates, Café Rouge o Wetherspoon. Pero nosotros te vamos a recomendar otros sitios como The Coffee Mill, una cafetería que ofrece un menú tradicional inglés, con las famosas “pie”, las “jacket potato” o el maravilloso “English Breakfast”.
En una calle tan estrecha como Godstall Lane, puedes encontrar una serie de restaurantes, con terraza la mayoría, como Dutton’s.