Una de las muchas cosas con la que los españoles asociamos a los británicos es el té y el famoso afternoon tea, todo un ritual en la cultura británica.
Aunque es una costumbre poco barata (un afternoon tea suele costar entre 12 y 50 libras por persona) es todo un rito que los amantes de la gastronomía, y en especial del té, no deberían perderse.
Historia del afternoon tea
La costumbre del afternoon tea se remonta a principios del siglo XIX, época en la que el consumo de té aumentó considerablemente, y se le atribuye a Anna Maria Russell, séptima duquesa de Bedford. Por aquel entonces era habitual que la gente hiciera sólo dos comidas principales al día, el desayuno y la cena, ésta alrededor de las 8 de la tarde.
Por ello, la duquesa se quejaba de sentirse alicaída durante la tarde y encontró la solución en una taza de té y un aperitivo ligero, que tomaba en privado en su gabinete durante la tarde.
Más tarde la duquesa invitó a amigos a unirse a ella en sus habitaciones en Woburn Abbey y esta práctica veraniega resultó tan popular que la duquesa continuó con ella a su regreso a Londres, enviando cartas a sus amigos pidiéndoles que se unieran a ella para tomar el té y dar un paseo. La idea se copió rápidamente y, en poco tiempo, toda la alta sociedad estaba tomando su afternoon tea o low tea alrededor de las cuatro, justo antes del habitual paseo por Hyde Park.
Por el contrario, las clases medias y bajas tomaban el “high tea”. Tras una dura jornada de trabajo, los obreros llegaban a casa cansados y por ello comían una comida copiosa pero sin lujos, a las cinco o seis de la tarde, en lugar de la cena tardía.
Menú del afternoon tea
Aunque no hay reglas fijas sobre cómo debe ser un menú tradicional del afternoon tea, por lo general se compone de sándwiches y una variedad de productos dulces. Un menú típico podría ser:
- Selección de sándwiches recién preparados
- Scones con nata y mermelada
- Variedad de tartas y pasteles hechos en casa
- Té a su elección
Generalmente se presenta en una bandeja de varios pisos, en la que se encuentran los sándwiches abajo y los pasteles en la bandeja más alta. Lo habitual y correcto es comenzar por los sándwiches, de sabores típicamente británicos: pepino, huevo con mayonesa y berros, salmón ahumado con queso, jamón y mostaza…
En la bandeja de en medio estarán los Scones, unos panecillos de origen escocés que se untan con mermelada y crema o mantequilla. Por último, las tartas y pasteles: cupcakes, macarons, tartaletas de crema y frutas, etc.
Todo ello acompañado, por supuesto, de una tetera y de tazas de porcelana, así como leche y azúcar. La gama de tés que se ofrecen pueden variar de media docena a más de un centenar, incluyendo algunos muy poco habituales. Algunos de los tés que comúnmente se ofrecen son el Assam, un té de cuerpo fuerte de la India; el Darjeeling, un té aromático de la India, con un toque de almendras y flores silvestres; el Earl Grey, una mezcla de tés negros aromatizados con aceite de bergamota, o el Lapsang Souchong, un té chino con un llamativo olor y sabor.
Muchos hoteles y restaurantes también ofrecen menús que incluyen una copa de champán con el tradicional afternoon tea, o la opción de añadir una copa de champán por un cargo adicional.
Si sois unos grandes amantes del té o simplemente queréis disfrutar de una de las costumbres más típicamente inglesas, no dudéis en buscar un hotel o restaurante y daros un gran antojo (a mucha gente le cuesta terminar su afternoon tea). Y si os gusta viajar y hacer excursiones os recomendamos visitar Woburn Abbey y tomar un increíble afternoon tea por 13,50 libras con acceso a los jardines de la casa.
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