Escondida en la zona norte de Hampstead Heath se encuentra una casa señorial llena de historia, con una decoración sublime y una colección de arte que deja sin aire. ¿Quieres saber más?
Un poco de historia
Aunque la casa existe desde el siglo XVII, no fue hasta un siglo más tarde cuando llegó su etapa de máximo esplendor. En 1754 la casa fue adquirida por William Murray, I Earl de Mansfield. Este no estaba del todo contento con la anterior reforma de la casa en la que se había añadido un invernadero. Así que le encargó al arquitecto Robert Adam, uno de los arquitectos neoclásicos más importantes de la época, una reforma.
Este añadió un pabellón como biblioteca, y adosó a la entrada principal un pórtico de columnas jónicas. Tras la muerte Murray su sobrino heredó la casa y comisionó una extensión por parte del arquitecto George Saunders, añadiendo otras dos alas en la zona norte.
Kenwood siguió siendo propiedad de los Mansfield hasta un siglo más tarde. Parte del terreno fue comprado por el Kenwood Preservation Council en 1922, tras varias amenazas de que éste sería vendido a constructores, y fue abierto al público en 1925. Ese mismo año Lord Iveagh, un rico empresario y filántropo angloirlandés de la familia Guinness, compró la casa y 30 hectáreas restantes. Lord Iveagh había reunido una importante colección de arte que dejó en herencia, junto a la casa y terrenos, a la nación. En 1928 Kenwood House y sus terrenos serían abiertos al público.
Si quieres conocer un poco más sobre el parque, en nuestro artículo Visitar Hampstead os hablamos de este bosque en la ciudad.
Qué ver y qué hacer en Kenwood House
Empezamos el recorrido por Hampstead Heath hasta llegar a la verja que separa Kenwood del resto del parque. El bosque nos hace sentir que estamos fuera de Londres, ¿cómo puede haber un sitio así en plena ciudad? Al poco llegamos a un estanque con un falso puente que solo pretende decorar. Y poco después por fin vislumbramos Kenwood House.
Al acercarnos vemos la extensión de Saunders. Una parte de ésta es ahora la cafetería, donde tomamos un café y un trozo de tarta de zanahoria para reponer fuerzas tras la caminata. Echamos un vistazo a la tienda de libros de segunda mano, ¡es increíble! Y a la pequeña floristería, cuyas flores también nos parecen preciosas.
Rodeamos la casa por la fachada exterior y contemplamos las vistas del Heath que no dejan de maravillarnos. Esta fachada de la casa es famosa también por haber salido en un par de películas, entre ellas, Notting Hill.
Llegamos a la entrada principal con sus columnas jónicas y accedemos al vestíbulo. La entrada en tonos azules y con grandes ventanales nos da un anticipo de lo que nos vamos a encontrar. De ahí pasamos a una pequeña sala que nos da acceso a una de mis salas favoritas, la sala de música. Me encantan los cuadros de las condesas, pero sobre todo la colección de instrumentos.
Volvemos sobre nuestros pasos y atravesamos de nuevo el vestíbulo hasta la gran escalera. Subimos al piso superior pero lamentablemente no podemos ver muchas de las habitaciones ya que todavía están siendo remodeladas.
Al bajar accedemos al comedor donde se encuentran dos de las obras más famosas, Mujer tocando guitarra, de Vermeer, un Autorretrato de Rembrandt. Kenwood es mundialmente famosa por su colección de arte. La Colección Iveagh se centra en el barroco holandés y en la pintura británica de los siglos XVIII y XIX. Entre los cuadros destacan los ya mencionados de Vermeer y Rembrandt o el Retrato de Pieter van den Broecke, de Frans Hals. También hay obras de artistas como Van Dyck, Angelica Kauffmann, Joshua Reynolds, Thomas Lawrence, George Romney y Turner.
Seguimos por la antesala hasta llegar a la sala estrella de la casa, la famosa biblioteca de Robert Adam. Sus grandes ventanales le dan una gran luz, que se amplifica gracias al uso de grandes espejos. Las columnas separan los estantes de los libros de la zona de lectura. El techo es una maravilla pintada por Antonio Zucchi. Los motivos y decoraciones se basan en la arquitectura clásica romana. La elección de todos rosados, azules y blancos es propia de la obra de Robert Adam, quien utilizaba colores claros, algo revolucionario para la época.
Pasamos al vestidor de Lord Mansfield hasta llegar a la sala del desayuno. De esta sala me llama la atención el reloj, una maravilla en oro y cristal. De ahí pasamos al vestidor de Lady Mansfield y llegamos a la sala del ama de llaves. Aquí hay varios juegos para los más pequeños y algunos disfraces ¡también para los mayores! Así que aprovechamos ¡y nos ponemos nuestras mejores galas! La última sala es el invernadero de naranjos, de la que descatacan sus grandes ventanales.
Ya hemos terminado nuestro recorrido por la casa, que nos ha encantado. La arquitectura es impresionante, las obras de arte son dignas de cualquier museo grande. Pero quiero decir que una de las mejores cosas de la casa son los voluntarios de English Heritage. En cada sala hay un voluntario que conoce cada rincón de la casa y su historia. Os recomiendo que si habláis inglés charléis con ellos, aprenderéis muchísimo.
Salimos de la casa y continuamos dando un paseo por los alrededores del parque hasta llegar a Kenwood Viewing Point, desde el que disfrutamos de unas vistas privilegiadas de la ciudad.
Si os gustan las casas señoriales en el oeste de Londres se esconde una maravilla que fue la casa de Sir John Soane, Pitzhanger Manor and Gallery.
Información útil
Cómo llegar:
Paradas de metro y overground más cercanas: Hampstead, Hampstead Heath y Gospel Oak. Si os bajáis aquí tendréis que andar bastante pero el trayecto por el Heath es precioso.
También podéis coger los autobuses 201 y 603.
Precio:
Entrada gratuita.
Más información en la página web de English Heritage.
Espero que os haya gustado tanto como a nosotros. Si estáis por la zona os recomiendo que visitéis también la Pergola de Hampstead, un sitio precioso para continuar con el paseo.