Londres es una ciudad en constante evolución. Tanto es así que su skyline cambió hace poco más de un año gracias a la llegada de The Shard, un nuevo rascacielos que se puede vislumbrar desde prácticamente todos los rincones de la ciudad. No será de extrañar que el rascacielos se acabe convirtiendo, con el tiempo, en un otro emblema más de la ciudad.

Diseñado por el arquitecto Renzo Piano, tiene una altura de 310 metros, convirtiéndose en el edificio más alto de Europa occidental. Sus 72 pisos útiles constan de oficinas, restaurantes y centro comercial, un hotel de lujo, un spa, apartamentos y el mirador The View from The Shard. The Shard se encuentra junto a la estación de London Bridge, lo que hace que sea de fácil acceso y con muy buenas conexiones de transporte.
El acceso a The View from The Shard se realiza desde Joiner Street, justo al lado de St. Thoma’s Street. Subiendo unas primeras escaleras se accede la entrada, donde comprar o recoger las entradas, y donde también se ubican la tienda de regalos.

Para acceder al mirador, además de mostrar tu entrada, hay que pasar un escáner como medida de seguridad. Nada más entrar nos ofrecieron sacarnos una fotografía, que podríamos ver y adquirir a la salida.
Llegamos a un primer ascensor que nos subió a mitad de camino y ahí cambiamos de ascensor hasta llegar a la planta 68. Por cierto, la subida es toda una experiencia gracias a los ascensores caleidoscópicos que, en tan sólo unos segundos, nos llevan al mirador.
Tras subir unas escaleras que nos llevaron al piso 69, pudimos disfrutar de las increíbles vistas de Londres que The Shard ofrece, gracias a una panorámica de 360º. Habíamos cogido las entradas para ver el atardecer con lo que pudimos disfrutar de las vistas tanto con luz diurna como nocturna.
Enfrente se encontraba la City, con sus rascacielos The Gherkin o el “Walkie Talkie”. Pudimos disfrutar del Tower Bridge abriéndose para dejar pasar los barcos. Poco a poco la ciudad encendía sus luces y el espectáculo fue aún más increíble. St. Paul’s Cathedral destacaba sobre el resto y las luces amarillas del reloj del Big Ben nos invitaban a mirar hacia el Parlamento.
Por suerte pudimos disfrutar de un cielo despejado que nos permitió ver toda la ciudad, así como sus monumentos y edificios más emblemáticos. La única pega que podemos ponerle es que la luz de las escaleras daba mucho reflejo en el cristal, dificultando la toma de fotografías (¡tenéis que perdonarme los reflejos en ellas!).
Después subimos al piso 72, que no está completamente cubierto (por lo que hace mucho viento), y que dispone de telescopios digitales con pantallas planas.
Aunque el precio es un tanto elevado, en mi opinión (y la de mi acompañante), la visita merece la pena si quieres disfrutar de unas vistas únicas. A su favor juega el hecho de que no hay límite de tiempo, con lo que puedes aprovechar de verdad la estancia.
Información útil
The View está abierto de domingo a miércoles, de 10am a 7 pm, y de jueves a sábado, de 10am a 10pm. Todas las entradas tienen fecha y hora, no siendo posible la entrada antes de la hora.Puedes adquirir tus entradas con antelación en la página web www.theviewfromtheshard.com o por teléfono (+44 (0) 0844 499 7111) hasta con cuatro meses de antelación, según disponibilidad. Si las compras el mismo día sólo se pueden comprar en las taquillas.
Las entradas para adultos (16+) cuestan 24.95£ anticipada y 29.95£ en taquillas. El precio de las entradas de niño (4 a 15 años) es de 18.95£ y 23.95£ respectivamente. Los niños menores de 3 años pasan gratis. Todos los menores de 16 años deben ir acompañados de un adulto.